10 Signos Tempranos de Demencia que No Debes Ignorar

 


En el mundo moderno, uno de los temas más preocupantes es la demencia y cómo afecta nuestras vidas. La pérdida de memoria, la capacidad de comunicarse y otras habilidades sociales son aspectos que pueden deteriorarse, llevando a una disminución en la calidad de vida. La demencia no solo afecta a los individuos, sino también a sus familias y amigos.

 


Aquí te presentamos los 10 signos tempranos de demencia que no debes ignorar y algunos consejos sobre cómo prevenirla.

 1. Pérdida de Memoria que Afecta Actividades Cotidianas

Olvidar información recién aprendida, fechas importantes o eventos es un signo claro de alerta. Mientras que olvidar dónde dejaste las llaves es normal, olvidar para qué sirven las llaves es motivo de preocupación.

 

 2. Dificultad para Planificar o Resolver Problemas

Las personas que antes manejaban presupuestos, resolvían problemas o desarrollaban planes sin dificultad, pueden empezar a tener problemas para realizar estas tareas.

 

 3. Dificultad para Realizar Tareas Habituales

Actividades rutinarias como cocinar, manejar el dinero o incluso seguir reglas de juegos familiares pueden volverse difíciles de realizar.

 

 4. Desorientación en Tiempo o Espacio

Confundir fechas, estaciones del año o perderse en lugares conocidos son señales tempranas de demencia.

 

 5. Problemas con el Lenguaje Visual o Espacial

Dificultades para leer, juzgar distancias, identificar colores o distinguir contrastes pueden aparecer en las primeras etapas de la demencia.

 

 6. Problemas con el Habla y la Escritura

Tener conversaciones puede volverse un desafío, repitiendo las mismas frases o palabras varias veces y encontrando difícil articular pensamientos.

 

 7. Colocar Objetos en Lugares Incorrectos

Poner objetos en lugares inusuales, como encontrar las llaves en el refrigerador o los zapatos en el horno, es una señal clara de deterioro cognitivo.

 

 8. Disminución del Juicio

Las personas con demencia pueden tomar decisiones erráticas, manejar mal el dinero o descuidar su higiene personal.

 

 9. Pérdida de Interés en Actividades Sociales

Preferir estar solos, abandonar deportes, actividades sociales y no querer ver a amigos o familiares son indicativos de problemas cognitivos.

 

 10. Cambios en el Ánimo o la Personalidad

Confusión, depresión, agresividad, ansiedad o miedo extremo son cambios comunes en el estado de ánimo de las personas con demencia.

 


 
Factores Genéticos y de Estilo de Vida en la Prevención de la Demencia

La demencia es una enfermedad compleja que puede ser influenciada por una combinación de factores genéticos y de estilo de vida. Aunque tener una predisposición genética, como la presencia del gen Apo e4, puede aumentar el riesgo de desarrollar demencia, no es un destino inevitable. De hecho, muchas personas pueden reducir su riesgo adoptando hábitos saludables y modificando su estilo de vida. Aquí te presentamos una ampliación sobre estos factores y algunas recomendaciones basadas en investigaciones científicas.

 

Genética y Demencia

El gen Apo e4 es conocido por ser un factor de riesgo significativo para la enfermedad de Alzheimer, una forma común de demencia. Este gen está implicado en el metabolismo de las grasas en el cerebro y puede influir en el desarrollo de placas amiloides, que son características de la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, es importante notar que no todas las personas con el gen Apo e4 desarrollarán demencia. Factores ambientales y de estilo de vida pueden desempeñar un papel protector.

 

Estilo de Vida y Prevención


Ejercicio Regular 

La actividad física regular es una de las estrategias más efectivas para mantener la salud cerebral. El ejercicio aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, promueve la neurogénesis (la formación de nuevas neuronas) y mejora la plasticidad cerebral. Estudios han demostrado que las personas que se ejercitan regularmente tienen un menor riesgo de desarrollar demencia.

 

Alimentación Saludable 

Una dieta equilibrada rica en ácidos grasos omega-3, presentes en pescados grasos como el salmón, puede tener efectos antiinflamatorios y neuroprotectores . La cúrcuma, conocida por su compuesto activo curcumina, tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que pueden ayudar a prevenir el deterioro cognitivo . El magnesio, encontrado en nueces y semillas, es crucial para la función neuronal y puede reducir el riesgo de demencia. Además, el cacao y otros alimentos ricos en antioxidantes protegen las neuronas del daño oxidativo.

 

Manejo del Estrés 

El estrés crónico puede tener efectos perjudiciales en el cerebro, promoviendo la inflamación y el daño neuronal. Técnicas de manejo del estrés, como la meditación, el yoga y una buena higiene del sueño, son esenciales para mantener la salud mental. La meditación y el yoga han demostrado mejorar la conectividad cerebral y reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.

 

Actividad Social 

Mantenerse socialmente activo es fundamental para la salud cognitiva. Interacciones sociales frecuentes pueden mejorar la memoria, la velocidad de procesamiento y las habilidades cognitivas en general. Las personas con una vida social activa tienen un menor riesgo de desarrollar demencia.

 

Estimulación Mental 

Desafiar la mente con actividades cognitivamente estimulantes puede retrasar la aparición de síntomas de demencia. Leer, resolver rompecabezas, aprender nuevos idiomas o habilidades y participar en juegos de estrategia son actividades que mantienen el cerebro activo y saludable.

 

La Importancia de la Detección Temprana

 

Reconocer estos signos tempranos en uno mismo o en otros puede permitir buscar ayuda y tomar medidas preventivas antes de que la condición progrese. Si notas alguno de estos signos en ti o en un ser querido, es fundamental consultar con un profesional de la salud.

 

 Estrategias de Prevención y Cuidado

 

Nutrición Adecuada: Consumir nutrientes específicos y mantener una dieta equilibrada es esencial para la salud cerebral. Ácidos grasos omega-3, cúrcuma, magnesio y alimentos ricos en antioxidantes pueden reducir el riesgo de demencia.

 

Ejercicio Regular: La actividad física mejora la circulación sanguínea y promueve la salud cerebral. Ejercicios como caminar, nadar o practicar yoga pueden ser muy beneficiosos.

 

Estimulación Cognitiva: Mantener la mente activa mediante la lectura, juegos de memoria y aprender nuevas habilidades puede ayudar a mantener la función cognitiva.

 

Interacción Social: Participar en actividades sociales y mantener relaciones interpersonales fuertes son factores protectores contra la demencia.

 

Sueño de Calidad: Dormir bien es crucial para la salud cerebral. Mantener una rutina de sueño regular y crear un ambiente propicio para el descanso puede marcar una gran diferencia.

 


Conclusión

La demencia es un desafío complejo que afecta a muchas personas, pero con el conocimiento adecuado y la implementación de hábitos saludables, podemos tomar medidas para reducir su riesgo. Invito a todos a estar atentos a estos signos y a adoptar un estilo de vida que promueva la salud cognitiva.

 

 

Referencias

1. National Institute on Aging. (2020). Alzheimer's Disease Genetics Fact Sheet.

2. Buchman, A. S., Boyle, P. A., Yu, L., Shah, R. C., Wilson, R. S., & Bennett, D. A. (2012). Total daily physical activity and the risk of AD and cognitive decline in older adults. Neurology, 78(17), 1323-1329.

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4. Small, G. W., Siddarth, P., Li, Z., Miller, K. J., Ercoli, L. M., Emerson, N. D., ... & Merrill, D. A. (2018). Memory and brain amyloid and tau effects of a bioavailable form of curcumin in non-demented adults: a double-blind, placebo-controlled 18-month trial. The American Journal of Geriatric Psychiatry, 26(3), 266-277.

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7. Fratiglioni, L., Paillard-Borg, S., & Winblad, B. (2004). An active and socially integrated lifestyle in late life might protect against dementia. The Lancet Neurology, 3(6), 343-353.

8. Wilson, R. S., Mendes De Leon, C. F., Barnes, L. L., Schneider, J. A., Bienias, J. L., Evans, D. A., & Bennett, D. A. (2002). Participation in cognitively stimulating activities and risk of incident Alzheimer disease. JAMA, 287(6), 742-748.

 





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Dra. María Teresa Charún
Psicóloga Clínica Educativa
Máster en Salud y Bienestar Comunitario
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