NEUROPSICOLOGIA DE LAS DEMENCIAS
El progresivo envejecimiento de la población ha incrementado el número de personas con deterioro cognitivo o demencia. Los trastornos neurodegenerativos conllevan cambios físicos, cognitivos, emocionales y en el comportamiento, que empeoran de forma progresiva en el tiempo, afectando a la calidad de vida de la persona y de sus familiares.
Pero ¿qué podemos entender por envejecimiento normal y patológico?, y ¿qué es, por tanto, el deterioro cognitivo leve o una demencia?
La
neuropsicología es un campo que estudia este tipo de fenómenos considerando
envejecimiento normal aquellos cambios fisiológicos en las características de
las personas durante todo el ciclo vital, es decir, desde que nacemos hasta que
morimos, y el cual va produciendo una limitación en la adaptación de las
personas con el medio y los ritmos que afectan a los cambios que se van
produciendo en los diversos órganos de un mismo individuo o en distintos
individuos. La mayoría de las personas experimentan este tipo de deterioro
siendo leve y respondiendo a los cambios normales que se producen en el cerebro
sano al envejecer, mientras que en el envejecimiento patológico el deterioro es
más acentuado y corresponde a lo que se conoce como Trastornos
neurodegenerativos
A nivel
neuroanatómico, en el envejecimiento normal se produce una dilatación de los
ventrículos y los surcos y una disminución del peso y el volumen cerebral
global, que afecta a zonas frontales y prefrontales. En consecuencia, en el
envejecimiento normal la afectación de la memoria no es unitaria y responde más
a fallos de memoria relacionados con la capacidad de evocación (“de recordar
información ya almacenada) que a dificultades de aprendizaje o consolidación.
Por su
parte, el envejecimiento patológico distingue entre dos entidades distintas, el
deterioro cognitivo leve (a partir de ahora DCL) y la demencia. Algunos autores consideran el deterioro
cognitivo leve como el estado transicional entre el envejecimiento normal y la
demencia y otros como una entidad propia. En el DCL, el déficit es
preferentemente de un área cognitiva (como el pensamiento, el lenguaje o la memoria),
mientras que en la demencia debe existir un trastorno de la memoria asociado a
alteración en otras áreas, por ejemplo, el lenguaje, y una afectación en las
actividades de la vida diaria.
Deterioro cognitivo leve
El deterioro
cognitivo leve (DCL) se refiere a los procesos de deterioro cognitivo que van
más allá del propio proceso del envejecimiento, pero que no cumplen los
criterios de demencia. El DCL presenta las siguientes características y
criterios según Pelegrín y Olivera (2008):
- Queja
subjetiva de memoria o cognitiva corroborada por un familiar.
- Constatación
de un deterioro cognitivo y funcional de entre seis meses y un año en relación
con las capacidades previas.
- Constatación
de un trastorno de memoria o de otras funciones cognitivas objetivado en
pruebas cognitivas.
- Actividades
de la vida diaria preservadas o leve afectación de las complejas
Un dato
importante es que alrededor del 50 % de los pacientes con DCL desarrollan
finalmente una demencia, evolucionando normalmente a una enfermedad de
Alzheimer. Por lo que hay autores que consideran el DCL como una fase
intermedia.
Los síntomas
neuropsiquiátricos más frecuentes en el DCL son las alteraciones del estado de
ánimo (disforia, irritabilidad y ansiedad) y la apatía, seguidos de la
agitación y desinhibición.
Trastornos neurodegenerativos: demencias
- Enfermedad
de Alzheimer.
- Demencia
vascular.
- Demencia
por cuerpos de Lewy.
- Demencia
frontotemporal.
- El resto lo constituyen las demencias subcorticales.
La demencia
es un síndrome clínico que implica un deterioro respecto al nivel previo, de
carácter crónico. Este deterioro afecta a las capacidades para funcionar en la
vida del sujeto interfiriendo, por tanto, en las actividades de la vida diaria.
La demencia conlleva el desarrollo de diversos déficits cognitivos, entre los que se encuentra el deterioro de la memoria y al menos otro dominio cognitivo como lenguaje, praxias (movimientos para alcanzar un plan, por ejemplo, decir adiós con la mano), gnosias (capacidad para reconocer objetos…) o alteración de las funciones ejecutivas (capacidad para organizar, ejecutar, evaluar…). En la actualidad se admite que la demencia puede ser progresiva, estática o en remisión y la evolución del trastorno estará en función del tipo de demencia. Loa síntomas más frecuentes que se observan en las demencias según Portellano (2005).
Existen
cuatro tipos de demencias principalmente, que constituyen el 90 % de los casos
de demencia y son:
Que es la
que presenta una mayor prevalencia, debuta con un déficit de memoria episódica
de inicio insidioso y un curso progresivo. Se caracteriza por la pérdida de
memoria y de otras funciones cognitivas, así como alteraciones del estado de
ánimo y trastornos del comportamiento. El deterioro es debido a la progresiva
instauración de placas seniles y ovillos neurofibrilares en la corteza
cerebral, así como pérdida neuronal y sináptica. Los síntomas iniciales suelen
ser fallos de memoria como pequeños olvidos, despistes y desinterés
Conforme
avanza la enfermedad se produce desorientación y necesidad de ayuda para
realizar las actividades de la vida diaria. Los trastornos de memoria episódica
se caracterizan por una dificultad para registrar y almacenar información
reciente y progresiva pérdida de la memoria hacia atrás, aunque conservando normalmente
la memoria autobiográfica más remota. Neuroanatómicamente la afectación se
corresponde con estructuras temporales mediales (hipocampo, giro parahipocampal
y córtex entorrinal), necesarias para realizar nuevos aprendizajes.
El deterioro
del lenguaje se caracteriza por la comprensión de órdenes simples, pero no
complejas. El lenguaje es pobre. En cuanto a la agnosia, aparece en fases más
tardías y consiste en una afectación visuoespacial que se expresa en la
desorientación espacial en ambientes poco familiares y en agnosia visual. Las
praxias que se deterioran antes son la constructiva y la del vestir y más tarde
otras. La capacidad de planificación, razonamiento y otras habilidades
ejecutivas también se ven afectadas progresivamente. Se produce además un
declive funcional que afecta a las actividades de la vida diaria. El tiempo
estimado de supervivencia es de en torno a 7-10 años desde el inicio de los
síntomas.
Conclusión
Se observa
que la neuropsicología de las demencias noaa da valiosa información sobre el
estado del adulto mayor que las padece y que por eso los exámenes que se usan
son importantes para hacer un buen diagnostico de este tipo de patología para
poder de esta manera dar el tratamiento según el caso que se presente
Autor
Pedro Vallejo
Sesiones y consultas
Dra. María Teresa Charún Psicóloga Clínica Educativa Máster en Salud y Bienestar Comunitario Universidad Autónoma de Barcelona - España
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Contacto
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